Patrimonio Cultural

Fiestas

Torrijas celebra sus fiestas tras el paso del duro invierno, cuando comienza la primavera, tal y como han hecho las gentes de Torrijas a lo largo de los siglos:

Santa Catalina:

La festividad dedicada a Santa Catalina se celebra el último fin de semana de junio.

Cuenta la leyenda que: “Santa Catalina se apareció a un pastor de Manzanera, por eso, los habitantes de la localidad se llevaron la imagen de Torrijas a Manzanera, pero en junio la Santa volvía a Torrijas y se aparecía en una colina que se encuentra en frente del pueblo, por lo que los vecinos decidieron construir una ermita en su honor”

Los vecinos de Torrijas han tenido mucha devoción a la Santa. Es muy querida en el pueblo, antiguamente las mozas de la localidad que se iban a casar le ofrecían algo de su dote. Su ermita siempre estuvo custodiada por ermitaños que vivían en una casa junto a ella, hasta que durante la Guerra Civil la casa fue destruida y la imagen de la santa quemada.

En los años 60′ y 70′ en Manzanera se celebraba la festividad de Santa Catalina en el mes de noviembre. Para la ocasión se llevaba la imagen en romería desde Torrijas a Manzanera. Allí se celebraban las hogueras dedicadas a la santa y se custodiaba la imagen en la localidad hasta junio, momento en que retornaba a Torrijas para pasar el resto del año allí.

En la actualidad la festividad dedicada a Santa Catalina se celebra llevando la imagen desde la iglesia del pueblo hasta la ermita en romería, tras ello, se prepara un aperitivo para los asistentes y se reparte pan bendecido por el cura, que tradicionalmente se llamaba Pan de la Caridad, porque se repartía entre los pobres.


Santa Margarita:

Su festividad se celebra una semana después del Corpus Cristi, en la ermita situada en las Navas, lugar donde se encontraban la mayoría de los campos de cereales, para festejar el inicio de la cosecha.

La festividad de Santa Margarita se celebraba en Torrijas llevando la imagen desde la iglesia del pueblo hasta la ermita en una romería. Después de la misa los vecinos celebraban una comida junto a la ermita y las cucañas (carreras de sacos, tirar el barrón, etc.)


San Lorenzo:

La festividad dedicada al santo se celebra el 10 de agosto. Antiguamente, se reservaba al santo un día en el que se oficiaba una misa en su honor y los vecinos disfrutaban de la banda de música y cucañas. A partir de los años 70′ y 80′ con la llegada de veraneantes al pueblo, esta fiesta pasó a tener más relevancia. Por lo que comenzó a celebrarse a lo largo de una semana con festejos con toros, bailes y procesiones.


San Cosme y San Damián:

La festividad principal en Torrijas es la dedicada a San Cosme y San Damián y se celebra el último fin de semana de septiembre. Tradicionalmente la fiesta duraba 3 días, San Cosme y San Damián se celebraba el 26 de septiembre, San Roque el 27 y San Miguel el 29. Se celebraba con una banda de música que participaba en los pasacalles, la misa en honor a los santos y en el baile que se organizaba en la plaza. Los músicos se quedaban en las casas de los que confirmaban la corporación municipal durante tres días de fiesta. Además de ello, también se organizaban procesiones, cucañas y baile de al que acudían los vecinos del pueblo ataviados con indumentaria tradicional aragonesa.

Con motivo de la festividad de San Cosme y San Damián los vecinos se reúnen para comer en la calle, tradición que tiene su origen en los años 70′, momento en el que le regalaron una novilla a un mozo del pueblo y decidió compartirla con el resto de los habitantes de Torrijas.

Relacionada con esta festividad encontramos una de las tradiciones más antiguas de nuestro pueblo, la Dula, se reunían los machos y mulas de todo el pueblo que no iban a faenar ese día y un vecino del pueblo los llevaba a pastar y a su vuelta tocaba un cuerno para que los dueños de los animales fuesen a recogerlos.


Gastronomía

La gastronomía tradicional de Torrijas aprovecha los productos locales de gran valor y calidad como la trufa negra, el ternasco, las setas o la verdura de la huerta para crear platos sencillos pero deliciosos.

Uno de los platos más habituales de la cocina de la zona son las migas aragonesas que cocinaban los pastores cuando llevaban a pastar a sus rebaños de ovejas. En época de siega los vecinos preparaban, también, tortas con chichorritas de cerdo. Y para Pascua se hacía una rosca de pan con anisetes, aceite y trozos de carne (lomo, longaniza, entre otros).